lunes, mayo 12, 2008

ENTREVISTA EN OVALLINO SIEMPRE

Oscar Hauyon, tecladista de Polter:
“Estoy seguro de que un ingrediente muy importante de nuestra música viene de lo que se escucha en Ovalle”

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Por Raúl Paz Huerta

rauljosepazhuerta@gmail.com

La amabilidad de los chicos de Polter sigue siendo un aspecto muy importante que los caracteriza en todos los rincones que visitan y prueba de esto, fue la cordialidad que tuvo Óscar Hauyon, tecladista de la banda ovallina, al acceder conversar con nosotros para contarnos de sus inicios, actuaciones, sentimientos por la ciudad que los vio nacer y de su actual momento musical.

Esta banda que mezcla el rock y el pop, nació el 2001 en “La perla del Limarí, con la participación de músicos locales como Iván Toro (voz y guitarras), Andrés Larraín (batería), Patricio Romero (voz y bajo) y Óscar Hauyon (voz y teclados), quienes desde aquel entonces han marcado un precedente importante en la escena musical ovallina y han traspasado a punta de esfuerzo y dedicación las fronteras locales para saltar a la escena nacional.

Los inicios…

¿Cómo, cuando y dónde nace Polter?

Polter nace en Ovalle, más específicamente en la Atenas y la José Tomás Ovalle, las poblaciones de la parte alta de nuestra ciudad. Ahí, en el minimarket de mis viejos, empezamos a juntarnos Pato Romero (Bajo/Voz), Andrés Larraín (Batería) y yo (Oscar, teclados/voz), con la idea de hacer algo más luego de haber tenido un largo y estimulante periplo musical con una banda que había organizado nuestro amigo Eduardo Acuña (hoy, un connotado pianista clásico). Junto a Pato y Larra pasamos buen rato puliendo la idea, eligiendo canciones y rotando a varios integrantes más (recuerdo a Yanina Castillo, Juan Mundaca y otros varios más) hasta llegar a nuestro encuentro con Iván Toro (voz/guitarra), el hombre que vino a cerrar el círculo. Éramos los que teníamos que ser y, afortunadamente, pese a todos los vaivenes de este noble oficio, seguimos siendo los mismos.

¿Por qué el nombre Polter?

Nos juntábamos en mi casa, a escuchar música, a hacernos amigos, a planificar nuestro primer “asalto”, cuando salió esto de cómo le íbamos a poner a la banda. Y pasamos al típico sorteo de papelitos: cada uno escribía el nombre que más le parecía para el proyecto. Y ganó “POLTER”, nada más por una cosa de estética, porque sonaba bien, decente y algo agresivo… estaba piola…

Tiempo después, googleando el término, dimos con que POLTER significaba “ruido, estruendo, boche, bulla”, y estaba bien, sobretodo si ponemos en perspectiva que en aquellos días nuestros “ruidosos” ensayos tenían a nuestros vecinos bien locos, al punto que por ahí alguno nos amenazó hasta con llevarnos al juzgado (“mira que yo soy abogado” –nos dijo el muy…)

¿Qué los motivó a formar el grupo?

Los cuatro siempre hemos tenido sueños similares de éxito, de vida fuera de lo común, de sacrificio bien recompensado. Para mí, se trataba de “sacarme la espinita clavada” que tenía en mi mente y en mis cuadernos: las canciones que venía escribiendo desde los 14 o 15 años. Quería mostrárselas a todo el mundo, pero nunca daba con la formación adecuada. Y estos otros tres muchachos tenían una suerte de conexión telepática con mis ideas, puliendo lo que había que pulir, mejorando lo que a veces yo creía inmejorable, y otras veces, dándome la libertad de imponer algún criterio. Como una familia.

¿Pensaron alguna vez que de ser un grupo de amigos que se juntaban a ensayar en una casa determinada, podrían pasar a tocar en grandes escenarios de Chile?

Siempre. Al principio no teníamos nada-de-nada en cuanto a equipos o instrumentos, e igual pensábamos en que lograríamos muchas cosas. Tipos ilusos con algunas ideas, algunas canciones y mucha fe.

¿Cuál fue el primer tema musical que nació de esas largas jornadas de creación? ¿Quién creó el tema?

Las primeras canciones ya estaban hechas cuando nos reunimos. La manera en que este “plantel” se juntó fue porque yo les pasé a cada uno un demo (debo aclarar, una “mierda de demo”) con las canciones tocadas en piano y sólo con mi voz. Los convocados aceptaron el desafío de darles vida rockera a esos trazos musicales… y nos empezamos a juntar cada vez más seguido…

Sobre el escenario…

En su largo recorrido por el país, ¿en qué ciudades han estado tocando?

Empezaré por nuestra región, por una cosa de localismo personal: Ovalle, Monte Patria, Punitaqui, Tongoy, La Serena, Coquimbo.

De ahí saltamos a Santiago, donde hemos tocado en los típicos reductos para el rock (Batuta, Blondie, Salas de la SCD, el desaparecido Pub Music y muchos otros boliches), además de estar en muy buenos eventos masivos en lugares como el Estadio Víctor Jara, el Gimnasio Techado Juventud Providencia o al aire libre en Plaza Italia o la Quinta Normal.

Pasando al resto de las regiones, hemos tocado en Rancagua, Valparaíso (varias veces), San Felipe, Concepción, Los Ángeles, Chillán, Temuco y Valdivia.

¿Alguna anécdota dentro de los show que recuerdes?

Muchas recuerdo. Pero la que tengo más patente es un show que hicimos para un evento de la FM Hit en 2005. Tocábamos después de De Saloon y el público estaba muy prendido. Tocamos poquito, como 4 canciones no más, pero el detalle era que la gente se sabía “En Soledad” y “Estrella” y las cantaba a grito pelado. Aún recuerdo cómo acusamos ese tremendo golpe positivo para el ego. La reacción de la gente nos dejó medio atontados. Nos mirábamos entre los 4 con una cara de pendex en una dulcería. Fue la raja.

¿Cuál ha sido el escenario más importante en el cual se han presentado? ¿Por qué?

Yo sigo creyendo que el escenario más importante fue el primer “batutazo” que nos dimos por allá por 2002, cuando gracias a que ganamos un cupo en el ciclo “Bandas de Chile” de AudioMusica, debutamos en Santiago. Esa presentación en La Batuta fue la génesis de muchas cosas que vinieron después, como los videos en MTV y varios sucesivos acercamientos a la escena más independiente en Santiago. Algo así como el primer eslabón de una larga cadena de sucesos hasta hoy.

Lo que ha llamado la atención es que siempre llevan el nombre de Ovalle a cada lugar que visitan, ¿qué los motiva a decir de dónde son?

Ser sinceros. Y un poco decirle a la gente que no importa de dónde uno venga, la música se impone sola. Alguien podría pensar que por venir de región, uno está en desventaja frente a las personas que han tenido mejor acceso a muchas cosas. ¡Filo con eso! Nosotros estamos por la descentralización cultural y política.

En Ovalle despotricamos siempre contra el centralismo de La Serena y Coquimbo, y en nuestra capital regional también se habla del centralismo de Santiago. Como están las cosas ahora, con los medios electrónicos y todo eso, ahora ya no importa de dónde seas, lo que importa es que tengas ideas nuevas, buenas o controvertidas.

La ciudad en el corazón…

¿Ovalle siempre en el corazón?

Siempre. Es nuestra “alma mater”. Estoy seguro de que un ingrediente muy importante de nuestra música viene de lo que se escucha en Ovalle; de esa cruza de ranchera, tropical y popular romántico. Sucede que sin que necesariamente dejemos de ser rockeros, existe una impronta detrás de todos esos estilos que nosotros tomamos muy en cuenta, y es una simpleza, unas ganas desvergonzadas de entretener (que a veces les asquea a los más esnobs), un deseo de que la canción entre y se quede alojada en el auditor. Polter rescata eso, pero no por eso vamos a hacer música de fusión, es simplemente que tomamos la vocación de esos géneros más populares.

Cuando han estado en alguna tocata ¿se han encontrado con ovallinos en otras ciudades y les han demostrado su apoyo? ¿Cómo fue esa experiencia?

No falta el ovallino. En Valdivia recuerdo a varios, en Santiago, montones… Una vez hasta gritaban “Ovalle, Ovalle!” dentro de un boliche… y toda la fauna local los quedaba mirando… es que parecían hinchada de fútbol.

Dentro de este largo caminar como grupo, ¿con qué apoyos han contado para hacer realidad sus metas?

Muchos apoyos. Fondart Regional, Fondo de Cultura del Gobierno Regional, el Concurso “¿Quieres sonar en la Rock & Pop?”, la Tercera Convocatoria del Sello Azul.

Además de esos bonitos y significativos premios siempre es bueno valorar a personas que nos han colaborado en diferentes momentos de nuestro caminar. Estamos re-agradecidos de todo eso.

Las veces que se han presentado en “La Perla del Limarí” ¿cuál ha sido la mejor y la que más recuerden? ¿Por qué?

Las Fiestas de la Cultura que se hacen en febrero en el Espejo de Agua son bien buenas, con buena convocatoria, infraestructura potente. También recordamos esas extenuantes tocatas en el Pub de la discotheque EsKla, cuando estábamos empezando y teníamos que tocar mucho rato, alternando nuestros temas con algunos poco confesables covers de bar.

Tal vez la mejor tocata en Ovalle, más por cómo se portó el público con nosotros que por otra cosa, sea cuando abrimos un show para De Saloon en el (Colegio) San Viator. Ahí cachamos que, incluso, había fans locales. Nada mal.

Estudios, música, amistad de los integrantes…

¿Han logrado compatibilizar estudios y música los integrantes? ¿Es complicado?

Es complicado a nivel académico… Congelas, vuelves, renuncias ramos, te demoras una enormidad, entras, sales… Pero, si sumas y restas, no te puedes quejar, porque la vida te da pequeñas-grandes revanchas cuando menos te lo esperas, cosas para contarles a tus nietos.

¿Cómo es la relación entre los integrantes del grupo?

Somos una familia, algo disfuncional, pero familia al fin. Hay mutuo respeto y aprecio, pero también hay peleas que encuentran su justa razón en que se trata de encontrones para mejorar las cosas. Somos buenos amigos, nos agarramos harto pa’l webeo mutuamente.

¿Han tenido inconvenientes?

Épocas en las que se dio como una diáspora entre nosotros: Iván y Larra estudiando en Santiago, Pato en Valparaíso y yo en La Serena. Poco tiempo para verse, para ensayar, para ser una banda. Siempre hemos sido algo complicados para eso de estar en un solo lugar… Pero igual logramos nuestro cometido.

¿La amistad por sobre la música, la música por sobre la amistad o todo se compatibiliza?

Ya está todo tan junto, tan mezclado que no creo saber dónde empieza una cosa y termina la otra.

Para todas aquellas personas que no los conocen y para sepan quienes son Polter…

¿Cuántos discos han editado en el tiempo que llevan como banda?

Hay un primer álbum-demo lanzado de forma independiente, que se distribuyó de manera muy artesa a nivel regional.

Luego de eso, viene nuestro álbum debut a nivel nacional, bajo la etiqueta Sello Azul. Este álbum, apropiadamente llamado igual que la banda, nos llevó a girar por el país, a tener cierta presencia mediática y un par de singles sonando por ahí. Ganamos audiencias y amigos.

¿Cuál es el estilo de música que entregan al público?

Rock-pop. Tomamos elementos del rock alternativo de los noventas, del britpop, y del tecno-pop ochentero, y lo metemos en una juguera con un montón más de influencias que manejamos a nivel personal cada uno.

Todo eso bien mezclado y con un reconocible formato canción, es lo que ofrecemos en estos días. Tal vez con el tiempo empecemos a mutar algunas cosas… uno nunca sabe…

¿En qué se encuentra la banda en la actualidad?

Estamos terminando “Moderno”, nuestro nuevo álbum; el segundo que hacemos para un sello de alcance nacional. Puedo adelantarte sobre este nuevo trabajo, que se trata de un álbum más rockero, más urgente en sus intenciones y mucho más parecido al trabajo que realizamos en vivo, con menos sobre-grabaciones y artilugios electrónicos.

Hay canciones pegajosas, hay momentos introspectivos. Quizás sea menos ecléctico que nuestro álbum debut, pero eso mismo lo convierte en un todo mucho más cohesionado.

Otra cosa destacable de “Moderno” es que ahora no estoy solo en la composición de las canciones. Estamos todos “metiendo la cuchara” en las letras, las melodías, acordes y arreglos. Además contamos con el oído entrenado de Roberto Marti, ingeniero de sonido que antes ha trabajado con Carlos Cabezas, Ángel Parra Trío y Los Bunkers.

¿Proyecciones a futuro?

Salir a tocar mucho, en muchos rincones del país. Grabar los respectivos videoclips. Promocionar como corresponde este nuevo disco y empezar a engendrar nuevas canciones. También trabajar más para internacionalizarnos de manera más concreta.

La música regional…

¿Cómo ves el futuro de las bandas emergentes de Ovalle?

Hay dos propuestas que me parecieron muy jugadas a nivel musical y lírico.

Unos son La Jeyson Gamboa, que está en una “pará” super conciente, políticamente hablando, con letras muy comprometidas. A pesar de que a nivel musical no me lograr conmover demasiado, rescato el valor que tienen para exponer su posición en forma de rock.

Los otros son los chicos de Asperger. A ellos les veo un buen futuro, si es que trabajan a conciencia y se organizan bien en sus asuntos extra-musicales. Tienen canciones potentes y una vocalista muy correcta.

Ojalá hubieran más bandas con propuestas propias, como las dos que acabo de nombrarte. Menos covers, más creaciones.

¿Qué les recomendarías a ellos?

Menos temor para crear canciones pegajosas y coreables. El mensaje también puede entregarse de maneras más dulces y menos trabajosas para el espectador.

¿Los sueños se pueden hacer realidad con esfuerzo y dedicación?

O sea! Supongo que si… No es que yo sea el arquetipo de alguien que haya logrado cumplir sus sueños, pero quiero creer en ese ideal que tu pregunta encierra… Eso sí… hay que aguantar harto…

Para todos los ovallinos…

¿Cuándo se reencontrarán con la ciudad de Ovalle con un show de esos que están acostumbrados a entregar a sus seguidores?

¿La verdad? No tengo la menor idea… Ojalá podamos hacer un lanzamiento de “Moderno” en nuestro terruño.

¿Algún mensaje para todos sus coterráneos?

Escuchen más música nacional. Paren el escándalo con el reggaetón. Apoyen a sus artistas locales.

……. el contenido a ocultar …….

1 posts:

Anónimo dijo...

A propósito de lo que dices en la entrevista " Y un poco decirle a la gente que no importa de dónde uno venga, la música se impone sola. Alguien podría pensar que por venir de región, uno está en desventaja frente a las personas que han tenido mejor acceso a muchas cosas. ¡Filo con eso! Nosotros estamos por la descentralización cultural y política.",
te quiero comentar que , a propósito de escuchar un tema de uds, que para mí tenía claras reminiscencia de los primeros temas del grupo Congreso, sobre todo la líneas musical del bajo, es que quiero decirles que un Ovallino es uno de los integrantes fundadores de este reconocido grupo Chileno. Fernando Hurtado, bajista, ovallino, al igual que toda su familia, se trasladó a vivir a la ciudad de Quilpué y allí junto a los hermanos gonzalez, formaron el grupo "Los Masters" el cual, al poco tiempo se cambiaría el nombre a "Congreso", y el resto es historia.
Sigan en la senda de la buena música y llevando el nombre de ovalle por el mundo. Felicitaciones, de un ovallino que dejó esa tierra hace muchos años, pero que siempre añoro cuando me encuentro con mis coterráneos.
ah, no encontré un mail dónde contactárlos..